http://www.youtube.com/watch?v=PAPA3sqdHpA
EL SOMBRERO VUELTIAO
La llegada del maíz procedente de Centroamérica, indujo a esta cultura a fabricar objetos trenzados que le sirvieran para transportar y almacenar el grano. Este proceso de trenzado integral, continuo y longitudinal de fibras blandas y duras dio origen al Sombrero Primario.
La materia prima.
La trenza con la cual se fabrica el sombrero vueltiao está conformada por las hojas de la caña flecha, una gramínea natural de esta zona (Gynerium Sagitatum), que es sometida a un proceso mediante el cual es raspada para despojarla de la sustancia carnosa que la cubre hasta dejar la fibra de la nervadura completamente limpia. Las hojas de la Caña Flecha tienen un largo aproximado de 80 centímetros y se desprenden del tronco de la planta en forma alterna.
Teñido de la fibra
Las nervaduras raspadas se seleccionan en dos categorías: Las que están completamente limpias y las que tienen algún tipo de pigmentación son sometidas a un teñido en un barro especial con PH de 8 a 9 durante tres días, al cabo de los cuales se lavan para despojarlas del limo, presentando una tonalidad oscura que es acentuada posteriormente mediante cocción en ollas de barro, con plantas oleaginosas u otras ricas en grupos cromóforos como el dividivi, la jagua, o loa cáscara de plátano. El procedimiento se repite hasta que la fibra toma un color negro brillante que se acomoda a la calidad del Sombrero.
Las fibras sin pigmentación, o de calidad, son sometidas a cocción con cogollos de caña agria (Cotus Sp. Zingiberacea) para que blanqueen, y posteriormente se secan al sol. De esta manera se obtienen las cintas blancas y las negras que irán a intervenir en la confección del Sombrero.
Ancho de la fibra
El ancho de la fibra para trenzar se determina en el momento de iniciar la labor y de acuerdo con la calidad de la trenza que tendrá anchos finales de 1.2 a 1.7 centímetros. La fibra base tiene un ancho de hasta 1 centímetro. Esta fibra se rasga posteriormente con un cuchillo o con la uña del pulgar en anchos de 1 a 2 milímetros, según se vaya a trenzar un Sombrero fino u ordinario. Mientras mas delgada sea la tira, mas fino es el Sombrero.
La trenza
La trenza con que se hace cada Sombrero esta está formada por un número impar de conjuntos en blanco y negro, de modo que a lo largo de la trenza cada conjunto va cambiando de color blanco a negro, y de negro a blanco. El color blanco va de derecha a izquierda y el negro de izquierda a derecha. En cada borde de la trenza la fibra da un quiebre de 45 grados, de manera que en el centro se corta a 90 grados. Como resultado de estos ciclos, el borde derecho de la trenza es blanco y el izquierdo negro. Viene el trabajo para obtener la fibra; de la “Nepa” ordinaria salen las fibras para el sombrero de menor calidad, y de la fina, consistentes en flexibles salen las del sombrero fino. Con las fibras ordinarias que no resisten mayor división, se confecciona la trenza de quince pares correspondiente a treinta fibras; es el sombrero “Quinceano”. Si a la encopadura se le logra incluir un trenzado mejorado saldrá el sombrero “Quinceano Cotejao”. O “Machi-hembriao”. Con la “nepa” más fina se logran fibras más finas colocando 19 fibras encima y 19 debajo para un total de treinta y ocho fibras (38); a ese sombrero se le llama “Diez y Nueve”; colocando el trenzado las cuarenta y dos fibras (42), veintiuna arriba y veintiuna a bajo, sale el sombrero “Veintiuno”, el más fino y el más costoso.
Los dibujos.
Al iniciar el trenzado se toman fibras pareadas en blanco y negro en cantidad impar. El par de la izquierda lleva la fibra negra por encima, y el par de la derecha lleva la blanca por encima y la negra por debajo. Entre los bordes blancos por la derecha, y negro por la izquierda, se encuentra la zona de dibujo, que siempre es par e el trenzado clásico. Como las fibras se cortan a 90 grados en el centro, hay la oportunidad de confeccionar infinidad de combinaciones geométricas. Los dibujos siguen la técnica de cada familia o comunidad, a fin de que cada sombrero pueda ser identificado con posterioridad. Puesto que las fibras se cortan a 90 grados, los dibujos se confeccionan según formas geométricas de triángulos o cuadrados y rectángulos cuando son primarios, pero luego se van combinado a discreción de quien hace la trenza, y de acuerdo con la zona de dibujo. Estos dibujos pueden ser de color blanco o negro y alternados en sus bordes y fondos. De los elementos primarios se pasa a los núcleos y luego a los conjuntos, en donde sale a relucir la destreza y concepción estética de cada trenzadota.
Al armar el sombrero y superponer las trenzas aparecen dibujos complementarios armónicos que ocupan la totalidad de la copa, o los bordes del ala, que son las zonas en donde se realizan los dibujos por ser las que están a la vista cuando se llevan puestos. Pasados los años, cada trenzadota puede identificar sus propios sombreros, los de su familia o los de su comunidad.
Nombres de los dibujos.
De la infinidad de combinaciones, es frecuente que un dibujo se parezca a un objeto, cosa, animal, fruto, flor, parte del cuerpo humano o animal, elemento cósmico o terrestre, de donde cada familia puede elegir la figura que le sirva a manera de identificación. Cuando la trenza es fina, es decir, si la fibra con la que se confecciona no tiene un ancho mayor de un milímetro, la copa puede llegar a tener hasta seis vueltas, aunque hay casos en que llegan a siete. Cuando la fibra es más gruesa, es decir de uno y medio milímetros, la copa solo tendrá cuatro vueltas aproximadamente. Es lo que ocurre con el sombrero comercial.
Concordancias continentales.
La estructura de los dibujos permite identificar secuencias y concordancias entre los diseños utilizados en el Sombrero Vueltiao y las decoraciones de tejidos, cestos, estelas, sellos, mantas, tatuajes y sombreros desde Alberta (Canadá) pasando por México, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y Chile. Las concordancias anteriores no solo son contemporáneas, si no que se han encontrado dibujos exactamente iguales entre sellos de México de la etapa precolombina y mochilas de la Sierra Nevada de Santa Marta, así como en la orfebrería de la cultura Quillacinga en Nariño. Todo ello nos conduce hacia una identidad remota en las culturas de las comunidades precolombinas de América ya que se sale del marco de las meras coincidencias la similitud y secuencia de los dibujos en regiones tan apartadas y aparentemente desvinculadas en sus comunicaciones durante por lo menos seiscientos años.
Las posibilidades de combinación entre las fibras negras y blancas es tal, que podría, constituyéndose una trenza continua con dibujos diferentes no mayores cada uno de tres centímetros de largo, hacer una de tal longitud que podría dársele la vuelta a la Tierra, lo que mas asombra es que todo ese maravilloso mundo se confecciona con solo dos colores: Blanco y negro, y por comunidades indígenas de poca o nula formación académica.
El Sombrero Vueltiao se puede considerar netamente Colombiano. La mejor prueba de ello es la pieza que se encuentra en el Museo del Oro del Banco de la Republica en Bogotá y que corresponde al cetro de mando de un cacique Zenú, en donde se pueden observar detalles de la trenza y la manera de armar el sombrero.
En el pasado, el Sombrero Vueltiao Zenú se cosía a mano con fibras de maguey, labor que estaba restringida a los adultos y en particular a los ancianos. Con la llegada de la maquina de coser, se ha incorporado un elemento que ha dado mayor producción, ya que la labor de cosido a mano requería por lo menos de dos días, destacándose los sombreros así terminados por su suavidad y flexibilidad, cualidades que les hizo adquirir singular prestigio.
Centros de producción.
Los actuales centros de producción del Sombrero Vueltiao Zenú se encuentran en los Municipios de Sampués (Sucre), Chinú y San Andrés de Sotavento (Córdoba). El sombrero fino se trenza de preferencia en San Andrés de Sotavento y de manera proverbial en los corregimientos de Tuchín y los Vidales, de arraigado ancestro indígena donde se produce verdaderas joyas y aun se cose cada sombrero con maguey y a mano.
Por ultimo el doctor Benjamín Puche Villadiego, ingeniero e investigador de esta cultura obtuvo una formula matemática que explica el valor que se le asigna a cada trenzado.
EL SOMBRERO VUELTIAO
La llegada del maíz procedente de Centroamérica, indujo a esta cultura a fabricar objetos trenzados que le sirvieran para transportar y almacenar el grano. Este proceso de trenzado integral, continuo y longitudinal de fibras blandas y duras dio origen al Sombrero Primario.
La materia prima.
La trenza con la cual se fabrica el sombrero vueltiao está conformada por las hojas de la caña flecha, una gramínea natural de esta zona (Gynerium Sagitatum), que es sometida a un proceso mediante el cual es raspada para despojarla de la sustancia carnosa que la cubre hasta dejar la fibra de la nervadura completamente limpia. Las hojas de la Caña Flecha tienen un largo aproximado de 80 centímetros y se desprenden del tronco de la planta en forma alterna.
Teñido de la fibra
Las nervaduras raspadas se seleccionan en dos categorías: Las que están completamente limpias y las que tienen algún tipo de pigmentación son sometidas a un teñido en un barro especial con PH de 8 a 9 durante tres días, al cabo de los cuales se lavan para despojarlas del limo, presentando una tonalidad oscura que es acentuada posteriormente mediante cocción en ollas de barro, con plantas oleaginosas u otras ricas en grupos cromóforos como el dividivi, la jagua, o loa cáscara de plátano. El procedimiento se repite hasta que la fibra toma un color negro brillante que se acomoda a la calidad del Sombrero.
Las fibras sin pigmentación, o de calidad, son sometidas a cocción con cogollos de caña agria (Cotus Sp. Zingiberacea) para que blanqueen, y posteriormente se secan al sol. De esta manera se obtienen las cintas blancas y las negras que irán a intervenir en la confección del Sombrero.
Ancho de la fibra
El ancho de la fibra para trenzar se determina en el momento de iniciar la labor y de acuerdo con la calidad de la trenza que tendrá anchos finales de 1.2 a 1.7 centímetros. La fibra base tiene un ancho de hasta 1 centímetro. Esta fibra se rasga posteriormente con un cuchillo o con la uña del pulgar en anchos de 1 a 2 milímetros, según se vaya a trenzar un Sombrero fino u ordinario. Mientras mas delgada sea la tira, mas fino es el Sombrero.
La trenza
La trenza con que se hace cada Sombrero esta está formada por un número impar de conjuntos en blanco y negro, de modo que a lo largo de la trenza cada conjunto va cambiando de color blanco a negro, y de negro a blanco. El color blanco va de derecha a izquierda y el negro de izquierda a derecha. En cada borde de la trenza la fibra da un quiebre de 45 grados, de manera que en el centro se corta a 90 grados. Como resultado de estos ciclos, el borde derecho de la trenza es blanco y el izquierdo negro. Viene el trabajo para obtener la fibra; de la “Nepa” ordinaria salen las fibras para el sombrero de menor calidad, y de la fina, consistentes en flexibles salen las del sombrero fino. Con las fibras ordinarias que no resisten mayor división, se confecciona la trenza de quince pares correspondiente a treinta fibras; es el sombrero “Quinceano”. Si a la encopadura se le logra incluir un trenzado mejorado saldrá el sombrero “Quinceano Cotejao”. O “Machi-hembriao”. Con la “nepa” más fina se logran fibras más finas colocando 19 fibras encima y 19 debajo para un total de treinta y ocho fibras (38); a ese sombrero se le llama “Diez y Nueve”; colocando el trenzado las cuarenta y dos fibras (42), veintiuna arriba y veintiuna a bajo, sale el sombrero “Veintiuno”, el más fino y el más costoso.
Los dibujos.
Al iniciar el trenzado se toman fibras pareadas en blanco y negro en cantidad impar. El par de la izquierda lleva la fibra negra por encima, y el par de la derecha lleva la blanca por encima y la negra por debajo. Entre los bordes blancos por la derecha, y negro por la izquierda, se encuentra la zona de dibujo, que siempre es par e el trenzado clásico. Como las fibras se cortan a 90 grados en el centro, hay la oportunidad de confeccionar infinidad de combinaciones geométricas. Los dibujos siguen la técnica de cada familia o comunidad, a fin de que cada sombrero pueda ser identificado con posterioridad. Puesto que las fibras se cortan a 90 grados, los dibujos se confeccionan según formas geométricas de triángulos o cuadrados y rectángulos cuando son primarios, pero luego se van combinado a discreción de quien hace la trenza, y de acuerdo con la zona de dibujo. Estos dibujos pueden ser de color blanco o negro y alternados en sus bordes y fondos. De los elementos primarios se pasa a los núcleos y luego a los conjuntos, en donde sale a relucir la destreza y concepción estética de cada trenzadota.
Al armar el sombrero y superponer las trenzas aparecen dibujos complementarios armónicos que ocupan la totalidad de la copa, o los bordes del ala, que son las zonas en donde se realizan los dibujos por ser las que están a la vista cuando se llevan puestos. Pasados los años, cada trenzadota puede identificar sus propios sombreros, los de su familia o los de su comunidad.
Nombres de los dibujos.
De la infinidad de combinaciones, es frecuente que un dibujo se parezca a un objeto, cosa, animal, fruto, flor, parte del cuerpo humano o animal, elemento cósmico o terrestre, de donde cada familia puede elegir la figura que le sirva a manera de identificación. Cuando la trenza es fina, es decir, si la fibra con la que se confecciona no tiene un ancho mayor de un milímetro, la copa puede llegar a tener hasta seis vueltas, aunque hay casos en que llegan a siete. Cuando la fibra es más gruesa, es decir de uno y medio milímetros, la copa solo tendrá cuatro vueltas aproximadamente. Es lo que ocurre con el sombrero comercial.
Concordancias continentales.
La estructura de los dibujos permite identificar secuencias y concordancias entre los diseños utilizados en el Sombrero Vueltiao y las decoraciones de tejidos, cestos, estelas, sellos, mantas, tatuajes y sombreros desde Alberta (Canadá) pasando por México, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y Chile. Las concordancias anteriores no solo son contemporáneas, si no que se han encontrado dibujos exactamente iguales entre sellos de México de la etapa precolombina y mochilas de la Sierra Nevada de Santa Marta, así como en la orfebrería de la cultura Quillacinga en Nariño. Todo ello nos conduce hacia una identidad remota en las culturas de las comunidades precolombinas de América ya que se sale del marco de las meras coincidencias la similitud y secuencia de los dibujos en regiones tan apartadas y aparentemente desvinculadas en sus comunicaciones durante por lo menos seiscientos años.
Las posibilidades de combinación entre las fibras negras y blancas es tal, que podría, constituyéndose una trenza continua con dibujos diferentes no mayores cada uno de tres centímetros de largo, hacer una de tal longitud que podría dársele la vuelta a la Tierra, lo que mas asombra es que todo ese maravilloso mundo se confecciona con solo dos colores: Blanco y negro, y por comunidades indígenas de poca o nula formación académica.
El Sombrero Vueltiao se puede considerar netamente Colombiano. La mejor prueba de ello es la pieza que se encuentra en el Museo del Oro del Banco de la Republica en Bogotá y que corresponde al cetro de mando de un cacique Zenú, en donde se pueden observar detalles de la trenza y la manera de armar el sombrero.
En el pasado, el Sombrero Vueltiao Zenú se cosía a mano con fibras de maguey, labor que estaba restringida a los adultos y en particular a los ancianos. Con la llegada de la maquina de coser, se ha incorporado un elemento que ha dado mayor producción, ya que la labor de cosido a mano requería por lo menos de dos días, destacándose los sombreros así terminados por su suavidad y flexibilidad, cualidades que les hizo adquirir singular prestigio.
Centros de producción.
Los actuales centros de producción del Sombrero Vueltiao Zenú se encuentran en los Municipios de Sampués (Sucre), Chinú y San Andrés de Sotavento (Córdoba). El sombrero fino se trenza de preferencia en San Andrés de Sotavento y de manera proverbial en los corregimientos de Tuchín y los Vidales, de arraigado ancestro indígena donde se produce verdaderas joyas y aun se cose cada sombrero con maguey y a mano.
Por ultimo el doctor Benjamín Puche Villadiego, ingeniero e investigador de esta cultura obtuvo una formula matemática que explica el valor que se le asigna a cada trenzado.